"La hormiga trepó a la cima de la columna..." con este pequeño gesto iniciamos una lectura para algunos apasionante hacía el centro de la soledad.
Jon Bilbao nos presenta a Juan como el personaje central del libro, tres Juanes y tres escenarios distintos con un denominador en común: la busqueda de la soledad. En primer lugar está Juan el estilita, un asceta que decide acercarse a Dios desde su columna "sin" el contacto con el resto del mundo. En segundo lugar tenemos a Juan el biólogo, un cientifico en busca del reconocimiento y prestigio profesional profesional por el descubrimiento de una nueva especie de rana en lo alto de un Tepuy. Como tercer y último Juan, nos encontramos a un empresario de éxito gracias a una aplicación informática relacionada con el sexo.
Durante la lectura y posterior tertulia hemos desgranado los tres cuentos desde distintos puntos de vista. Hemos interpretado la lectura como un abanico cromático, ocres, verdes/azulados y rojos, representando cada color a uno de los cuentos. También hemos reconocido una serie de desarreglos sociales en los distintos personajes, marcados por un gran machismo y/o misoginia, con un toque de esquizofrenia.
Todo el libro está lleno de simbolismos religiosos, como es la representación del bien y del mal en el personaje de Una joven (diablo), o la aparición de la anaconda (serpiente). Nos cabe preguntar si Jon Bilbao buscaba relacionar la tentación en los tres cuentos o simplemente se apoya en ella como hilo conductor al igual que los Juanes y las Una (aunque una de ellas sea representada en forma de serpiente).
En los tres cuentos existe una referecnia a distintos pecados capitales, en el primero la envidia de Juan hacía el estilita viejo, la lujuria de los padres de Juan y el deseo hacia la joven Una, en el segundo encontramos la soberbia y en cierto modo la avaricia. En tercer lugar encontramos la pereza y también la ira.
Los tres personajes centrales buscan en la soledad la herramienta para conseguir su meta, aunque finalmente no están solos pues necesitan de los demás en su camino, Una, Nora, el piloto, etc... Todos los Juanes huyen de su presente o de su pasado.
El lenguaje, las palabras y el formato si han gustado, aunque alguno de los tertulianos en algún momento se le ha hecho pesado.
