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viernes, 14 de octubre de 2022

CRÓNICA "LA BAJAMAR" POR TRINIDAD ANDRÉS

 La Bajamar 

Aroa Moreno Durán 

“Hoy impera en todas partes la  “algofobia”  o fobia al dolor, un miedo generalizado al sufrimiento. La algofobia acarrea una anestesia permanente.”

La sociedad paliativa

Byung-Chul Han


Esta novela de Aroa Moreno Durán me sorprendió por dos cosas, la primera por hacer una descripción del ambiente de un pueblo del País Vasco tan genuina  sin ser oriunda del lugar y la segunda por tratar de una manera tan cruda y a la vez tan delicada el tema del dolor.

En esta novela el dolor de las madres es el protagonista a través de la relación de tres generaciones de mujeres.  La novela explora el origen de cada uno de sus dolores, la guerra, el abandono, el miedo al fracaso y como telón de fondo una mentira para ocultar que el miedo mata el amor.

La madre iconográficamente en nuestra cultura es la representación del amor y del dolor. El amor por los hijos hace que las mujeres tengan más presente la posibilidad del dolor de la perdida, además su papel tradicional como cuidadoras universales hace que vivan más cerca de dolores físicos y psicológicos que son ajenos en la mayoría de las ocasiones al mundo masculino.

Por lo tanto si queremos hablar de dolor, hablemos con las madres, con las mujeres.

Nos encontramos en esta novela con lo que Elías Canetti llama la “desnudez anímica “lo que me causa el desasosiego del encuentro con el otro.

La nieta busca el encuentro con la abuela y aunque no lo sabe en la mayor parte de la novela lo que realmente busca es la reconciliación con su madre para a su vez poder ejercer de madre, la abuela a su vez, a través de su relato encontrará la reconciliación con la suya.

Adirane vuelve al pueblo buscando una verdad y toda verdad es dolorosa. Queremos olvidar el dolor sin darnos cuenta de que sin dolor no hay catarsis posible y que vivir anestesiados no es vivir.

Adirane elige salir de su anestesia vital para poder vivir y criar a su hija en la vida, en la verdad, no en una realidad envuelta en una felicidad llena de artificio y que para ella no es tal.

Es interesante lo que nos plantea el personaje: yo que lo tengo todo para ser feliz según las convicciones vigentes no lo soy y eso me hace inmediatamente culpable.

De este modo se plantea también en la novela la cuestión de la tiranía de la felicidad que impera en las nuevas generaciones, criadas en entornos que han sido lo más indoloros posibles.

Esta búsqueda de la ausencia de dolor a cualquier precio ¿prepara para la vida?¿Puede haber una vida autentica sin dolor?

Una novela tan corta que hace preguntas tan grandes, aunque no todo el tiempo mantenga el pulso que nos gustaría, merece ser leída.


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