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lunes, 13 de noviembre de 2023

"Los recuerdos del porvenir" de Elena Garro

 Ixtepec, un pueblo escondido en el territorio mexicano, es quien nos cuenta la amarga historia de los hermanos Moncada. Durante un sangriento episodio de la guerra “cristera” el siniestro general Francisco Rosas se enamora de una bella y misteriosa mujer llamada Julia. Su obsesión crece cuando esta le abandona. Entonces Isabel Moncada se entrega a él presa del miedo y la admiración sin intuir el drama. La búsqueda del amor imposible y las ansias de libertad propician la tragedia. Los recuerdos del porvenir no es sólo un relato histórico, sino una reflexión, más allá del tiempo, de la sumisión a la tiranía, la pasividad, la cobardía y el abandono.





  TÍTULO: LOS RECUERDOS DEL PORVENIR

  AUTORA: ELENA GARRO

  EDITORIAL: ALFAGUARA

  Nº PÁGINAS: 352





lunes, 23 de octubre de 2023

CRÓNICA "INTIMIDADES" POR ROSA MUÑOZ

 

Kate Kisamura, Intimidades, lunes 23 de octubre de 2023 
Laura propuso esta novela porque había escuchado hablar de ella a Juanjo Millas que resaltaba su originalidad e interés. Siempre que la recomendación es entusiasta, el peligro de la decepción es grande y a algunos les pareció que la obra trataba tantos asuntos  que no profundizaba en ninguno. Tampoco se acaba de ver dónde estaba su gran originalidad.

 Por mi parte no la consideró una obra redonda y me parece irregular aunque  tengo que reconocer que la he leído  con mucha atención pues me sorprendió como un intento de elaborar un pequeño y fragmentario diccionario de  distintas manifestaciones de la intimidad en el mundo actual  que toma  como hilo conductor la vida de la protagonista. No las voy a mencionar todas, pero ahí van algunas. 
La protagonista, que ha conseguido un puesto de traductora en la Corte Penal Internacional, llega a La Haya desde New York  arrastrando la sensación de embotamiento que le ha provocado el duelo por la muerte de su padre y cierto desarraigo propio del que se mueve entre dos culturas o dos lenguas (inglés/japonés). El apartamento que alquila es un lugar del que no se apropia y el contraste se expresa por comparación con la casa recién comprada por su amiga Jana (de madre Serbia  y padre etíope) que a pesar de estar situado en una zona conflictiva es un lugar donde “todo tenía su sitio”. Los duelos transcurren en la intimidad de nuestras emociones, aunque  sin duda condicionan nuestra capacidad de habitar los espacios. Paradójicamente cuando inicia su compleja relación con Adrian (su mujer se ha ido a Lisboa con sus hijos y otro hombre) consigue vincularse afectivamente  a su apartamento y estar a gusto en él  a pesar de la ausencia de Adrian que tiene que viajar a Lisboa a arreglar su situación familiar y durante varias semanas está desaparecido. Qué intimidades se comparten con parejas que tienen ya construida una familia y una biografía previa podría haber sido un tema interesante, que sin embargo queda algo escorado por la dependencia afectiva que muestra la protagonista respecto a Adrian, al final su único motivo para  permanecer en  La Haya. 

Las reflexiones más interesantes sobre las diversas manifestaciones de la intimidad tienen que ver como se vehiculan a través del lenguaje en el oficio de un intérprete. Así ella explica que en el ejercicio de su profesión se agarra a la precisión para evitar que por debajo de las palabras se abran grandes abismos entre dos o más idiomas e insiste en el carácter teatral de los juicios que provoca que incoherencias de la traducción socaven la fiabilidad de los testigos.  La autenticidad del ser víctima o culpable que podríamos pensar que queda encerrada en la intimidad de cada uno, tiene que someterse a las reglas del artificio para aparecer como tal ante el tribunal. Habría una profunda contradicción entre la naturaleza íntima del dolor de las víctimas y el Tribunal como esfera pública donde  el juicio no es más que una calculada y compleja representación. 

Resulta especialmente interesante la descripción de la relación de intimidad que se establece entre el acusado y el intérprete que traduce sus palabras. A veces los dos son los únicos en la sala capaces de entender lo que se está diciendo. Además, muchos de los acusados (criminales de guerra) son conscientes del aura que les acompaña y escenifican su carisma ante el tribunal con  el respaldo del equipo de abogados que les asesora y protege.  Para estos acusados el intérprete es un simple instrumento, alguien sin voluntad ni juicio, una zona libre de conciencia dónde poder escabullirse. Finalmente hay una conclusión bastante devastadora que deberíamos tener más en cuenta: un juicio exige mucho más  a las víctimas que a los acusados y esta exigencia tiene mucho que ver tanto con el respeto a la intimidad del que ha sufrido y se siente vulnerable como  con la voluntad de  representación del que se siente seguro de su poder y fuerza.

Jana, la amiga de la protagonista, trabaja de conservadora en el Mauritshuis de la Haya y organiza una exposición dónde aparece uno de los cuadros que se pueden ver en la exposición  Maestras en el Thyssen .  Se trata de Hombre ofreciendo dinero a una mujer joven  de  la pintora flamenca Judith Leyster. Es interesante la ambigüedad de su posible interpretación: ¿Escena de alcahuetería o proposición matrimonial? Lo que dice la autora de las palabras sirve también para los gestos : es difícil evitar que se abran grandes abismos en los espacios en que se encuentran diferentes intimidades.

Hombre ofreciendo dinero a una mujer joven



lunes, 2 de octubre de 2023

"Intimidades" de Katie Kitamura

 Nos metemos en el mes de octubre con una  novela electrizante que se pregunta hasta qué punto llegamos a conocer a aquellos que nos rodean.

Una joven se muda de Nueva York a La Haya para empezar a trabajar como intérprete en el Tribunal Penal Internacional. La plenitud que le procura su nueva vida–una estimulante red de conocidos y amigos, un buen empleo, una incipiente historia de amor–le hace sentir que tal vez ha encontrado, como anhelaba, un lugar al que llamar hogar. Sin embargo, ese bienestar pronto comienza a resquebrajarse. Adriaan, su amante, abandona unos días la ciudad para reunirse con su esposa y concluir los trámites del divorcio, y repentinamente deja de contestar sus llamadas. A la vez, la protagonista recibe el encargo de traducir durante un juicio a un exjefe de Estado de un país africano acusado de crímenes de guerra, lo que la obliga a hacer suya la voz del criminal y a establecer con él una suerte de complicidad que nunca hubiera deseado. Mujer introvertida y observadora, se esfuerza por descifrar lo que está ocurriendo a su alrededor, pero no encuentra más que incertidumbres. Lo que parecía ser un camino recto se ha convertido de pronto en un laberinto.

Hipnótica y de una rara intensidad emocional, Intimidades, cuarta novela de Katie Kitamura, muestra el indiscutible talento de la escritora estadounidense para desnudar lo familiar y revelar sus aspectos más desconcertantes. Una lectura adictiva que se cuestiona hasta qué punto llegamos a conocer y comprender verdaderamente las motivaciones de aquellos que nos rodean y que reflexiona sobre el modo en que las intimidades, escogidas o impuestas, condicionan el curso de nuestras vidas.




TÍTULO: INTIMIDADES

AUTORA: KATIE KITAMURA

EDITORIAL: SEXTO PISO

Nº PÁGINAS: 180








domingo, 2 de abril de 2023

"Ladera umbría" de Walter Cassara



TÍTULO: LADERA UMBRÍA

AUTOR: WALTER CASSARA

EDITORIAL: HUESOS DE JIBIA

Nº PÁGINAS. 74






 Ladera umbría  indaga los matices de la lengua para recuperar el hálito de su fuerza y algo de su estremecimiento. El registro de la vida rural y de las labores agrícolas actúa como el fondo flotante de estos poemas. La experiencia sencilla del mundo tamizada ligeramente por epígrafes ilustres (Machado, Lezama Lima, Padeletti, Merini, Ferrater) permite, si bien no responder la pregunta insondable (“¿Qué es el tiempo?”), al menos ser hospitalario con ella.






lunes, 20 de febrero de 2023

"La más recóndita memoria de los hombres" de Mohamed Mbougar Sarr


 Una novela perdida. Un escritor maldito. Una búsqueda. Un viaje iniciático. La resolución de un misterio.

Premio Goncourt 2021

1938: el escritor africano T. C Elimane, al que llamaban «el Rimbaud negro», publica una novela titulada El laberinto de lo inhumano. Estalla la polémica, se le acusa de plagio, el autor desaparece y su obra se convierte en un libro maldito. 2018: el joven escritor africano residente en París Diégane Latyr Faye descubre la novela perdida y decide indagar sobre el autor desaparecido. Con la ayuda de una enigmática mujer y de un grupo de jóvenes escritores africanos, el protagonista se embarca en un viaje en busca de un mito y acaso también de sí mismo. Las pistas le llevan al Buenos Aires de la revista Sur, Gombrowicz y Sabato, a supuestos actos de brujería, a un hombre dividido entre dos culturas, a fantasmas del pasado y fantasmas del presente. ¿Qué fue de Elimane? ¿Qué se ocultaba tras el escándalo que hundió su carrera?







TÍTULO: LA MÁS RECÓNDITA MEMORIA DE LOS HOMBRES

AUTOR: MOHAMED MBOUGAR

EDITORIAL: ANAGRAMA

NÚMERO PÁGINAS: 456





Amador Fernández-Savater en el IES Pradolongo


Disminución de la capacidad de concentración, trastornos de hiperactividad en la infancia, percepción generalizada de un tiempo que se acelera, infoxicación, relaciones ansiosas con las nuevas tecnologías, abuso de psicofármacos o posibilidad de acudir a todo tipo de terapias para aprender a vivir aquí y ahora. Nunca estamos en lo que estamos. En todas las situaciones de la vida cotidiana existe una batalla por entrar en nuestras cabezas y controlar nuestros cuerpos. Sin embargo, existe también la capacidad de vivir de otra manera: prestando atención a los detalles, reapropiándonos del presente y cuidando a los demás.

  De todo esto pudimos disfrutar con Amador Fernández- Savater, que charló con nosotros sobre El eclipse de la atención.


miércoles, 25 de enero de 2023

Javier Padilla coautor de "Malestamos: cuando estar mal es un problema colectivo" en el IES Pradolongo


 Javier Padilla, es médico de familia y actual diputado en la Asamblea de Madrid por Más Madrid, y junto a Marta Carmona, psiquiatra en la salud pública y miembro de la Asociación Madrileña de Salud Mental, son los autores de este interesante ensayo.

“Malestamos: Cuando estar mal es un problema colectivo”, este es el título de la ultima lectura en la que nos hemos embarcado. Un “pequeño” ensayo sobre la salud mental, los problemas que nos abruman y que no solo podemos atribuirlos a la falta de salud. Pese a su tamaño, este libro aborda muchos relatos, la falsa meritocracia, el exceso de culpa, la falta de arraigo, etc.… y de la mano de uno de sus autores, Javier Padilla, volvimos a disfrutar de estas lecturas colectivas y físicas que tanto echábamos de menos.

Gracias a Javier Padilla por su generosidad y por comentar este interesante ensayo con nosotros.





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lunes, 2 de enero de 2023

"Malestamos: Cuando estar mal es un problema colectivo" de Javier Padilla y Marta Carmona

Feliz año nuevo Tertulianos, estrenamos el año con "Malestamos: Cuando estar mal es un problema colectivo".




TÍTULO: MALESTAMOS

AUTORES: JAVIER PADILLA / MARTA CARMONA

EDITORIAL: CAPITÁN SWING

NÚMERO PÁGINAS: 112





Un sentimiento recorre nuestras vidas. No es ansiedad, no es depresión, no es euforia ni inquietud. Es, simplemente, que estamos mal. Vivimos en sociedades que hablan de salud mental pero que, en realidad, están hablando de un conjunto de conceptos entremezclados: desesperanza, cansancio, falta de expectativas, estrés, preocupación y dificultad para saber cuándo se acabará ese sentimiento. El malestar del que hablamos tiene mucho que ver con la incapacidad de imaginar un futuro que sea realizable, con la falta de certezas sobre lo que ocurrirá mañana o sobre el reflejo que nos sale al pensar que lo que venga será siempre peor que lo que ya pasó. Ante esto, la primera pulsión de la sociedad parece ser la patologización de ese malestar, ya sea por la vía de la terapia o del psicofármaco. Una opción alternativa, pero igualmente frecuente en ciertos ámbitos, es la negación de la singularidad del sufrimiento y la llamada a la politización como respuesta única posible.





CRÓNICA COMPARTIDA DE "LA VERGÜENZA" POR ROSA MUÑOZ Y JOSÉ MANUEL CACHINERO

La vergüenza de Annie Ernaux (y la nuestra)

“Siempre he escrito de mi y fuera de mí, el “yo” que circula de libro en libro no es asignable a
una identidad fija y su voz está atravesada por las otras voces, parentales, sociales que nos
habitan”. Annie Ernaux, Ecrire la vie, Gallimard, 2011
Para muchas era la primera vez que leíamos a esta autora. Algunas caímos fascinadas, otras se
sintieron sorprendidas y algo decepcionadas por el contraste entre la intensidad de lo
acontecido en las primeras líneas y la distancia y objetividad con que continua su relato. Las
que ya la conocían de antes de que se le concediera el Premio Nobel resaltaron entre sus
otras obras El acontecimiento (sobre su aborto ilegal y clandestino) que ha sido llevada al cine,
aunque a lo largo de la tertulia aparecieron otras muchas: La mujer helada (sobre su vida
como esposa y madre), La ocupación (sobre la ruptura de su matrimonio), El lugar (dedicada a
la figura de su padre), Una mujer (donde el personaje fundamental es la madre), La otra hija
(sobre su hermana mayor fallecida antes de que ella naciera y a la que sustituyó). Sea lo que
sea la autoficción en literatura, es evidente que Annie Ernaux escribe sobre su vida aunque lo
más interesante es cómo lo hace.

Ernaux reivindica el carácter ético y político de sus obras y utiliza distintas expresiones para
caracterizarlas: relato autosociobiográfico, yo transpersonal, aproximación etnográfica a su
vida, estilo plano de lengua material reducido a lo esencial y sin metáforas ni florituras. Son
pistas para comprender mejor el denominador común de unos libros que tienen un aire claro
de familia aunque presentan un recorrido particular que diferencia cada uno de ellos.

Pero volvamos a La vergüenza. El libro comienza con la intensidad de un hecho traumático: el
15 de junio de 1952, cuando ella tiene 12 años, su padre está a punto de matar a su madre con
un hacha. Nunca habló de ello con sus padres. Poco después hizo la primera comunión y
también un viaje con su padre a Lourdes en un grupo organizado por decisión de su madre. La
niña que era en ese momento la autora se siente incapaz de juzgar moralmente lo ocurrido,
considera que no hay culpables, aunque lo reconoce como el momento decisivo en el que
aparece una vergüenza permanente que nunca dejará ya de sentir: éramos diferentes. La
adulta que escribe La vergüenza reconoce que uno de los objetivos de la novela es despojar
esa escena de su capacidad de paralizarla, ponerla en movimiento para que dejara de ser un
icono sagrado.

Aunque su escritura se base siempre en la observación distanciada y etnográfica de momentos
de su vida, es difícil no pensar que el extrañamiento respecto a sí misma se acrecienta en esta
novela tanto por la lejanía en el tiempo del momento que trata como por el desplazamiento
que el acontecimiento innombrable produjo en su forma de sentir y percibir el mundo en el
que vivía.

Sin embargo, y de ahí la perplejidad expresada por algunas compañeras de lectura, el libro
reconstruye de forma fría y utilizando distintas fuentes objetivas (fotos, periódicos, archivos,
canciones, anuncios publicitarios) lo que ocupaba la actualidad provincial, nacional e
internacional en aquel momento, el urbanismo del pueblo que expresa las diferencias sociales
de sus habitantes, la rutina del colmado que regentan sus padres, la organización de la vida en
el colegio privado y las normas por las que se establecen las relaciones entre sus alumnas, el
papel de la religión en la educación y en la vida social del pueblo. Todas coincidimos en el
reconocimiento de muchas escenas, sensaciones y memorias de la infancia a pesar de que la
autora pertenece a una generación casi 20 años alejada de las mayores de nosotras.

Muchas de las presentes también nos reconocimos en las emociones de vergüenza originadas
por la pertenencia a una clase social más baja que la de sus compañeras de colegio y en la
necesidad de demostrar nuestro valor (ella habla de excelencia) para hacernos perdonar por
estar dónde no nos hubiera tocado estar. Aunque el papel de la vergüenza en nuestra
socialización podría haber tomado otras formas, la mayoría nos reconocimos en las que la
autora describe: esa impresión de que todo es siempre demasiado caro o, de manera más
precisa y afilada, la humillación que siente cuando la madre abre la puerta en su sucio
camisón al volver ella con retraso de una excursión acompañada de una profesora y sus
compañeras. Y lo peor de la vergüenza sin embargo es que cada uno cree que es el único en
sentirla y que no tiene fin. Nerea introdujo una interesante reflexión sobre la vergüenza
colectiva ante lo que ocurre en lugares como Ucrania o Irán y como esta es más fácil de
olvidar, tiene otro tipo de raíces en la memoria que nos constituye.

La pregunta al terminar de leer el relato es si verdaderamente el hecho traumático del 15 de
junio de 1952 es tan decisivo en el origen de su vergüenza o sólo es un catalizador que
estructura y la hace más real si cabe otro montón de experiencias y rutinas.
Dejo muchos comentarios interesantes en el tintero porque es el momento de ceder la
palabra a un compañero (nos faltasteis Cachi y Lorenzo y se os echó de menos). Creo que
todas éramos conscientes de que compartíamos con la autora experiencias propias de niñas y
mujeres, aunque no sólo. Y nos interesa mucho conocer cuál ha sido la recepción de este libro
por parte de nuestros compañeros de tertulia.

                                                                                                                      Rosa Muñoz


La vergüenza de Annie Ernaux (y de los Nobel)

No soy muy amante de leer escritores premiados por el Nobel, y si de descubrir escritores por recomendaciones sin que vengan "contaminados" por la vitola del premio, además me parece injusto,  quedan tantas carreras literarias en el arcén, aparcadas sin saber muy bien porqué motivo. Supongo que son prejuicios míos, pero esto me hace ser más exigente y precavido con estas lecturas.

En el caso de Annie Ernaux, ella se declara una "etnóloga de ella misma" y con La vergüenza, me parece una expresión muy acertada. Comienza el texto con una frase tan intensa como magnética "Mi padre intentó matar a mi madre un domingo de junio.", nos lanza el cebo y consigue que no lo soltemos, pero la intensidad se queda en el primer párrafo, porque luego la narración se atempera para volverse más reflexiva, Nos introduce en su narración, a caballo entre la introspección de su memoria y una pequeña narración costumbrista de la sociedad de la Normandía en los años posteriores a la finalización de la II Guerra Mundial, donde las formas  primaban por el que dirán y donde el peso de la religión encorsetaba el día a día de la población. La narración es un tanto fría y aséptica, sin adornos extraordinarios.

Es mi primera lectura de la autora y tengo que decir que esta novela corta me ha gustado, el problema ha sido cuando he intentado leer algo más de la autora y me embarqué en Una mujer, entonces Annie Ernaux se me presentó como una autentica "trilera" (todo escritor de ficción no deja de ser un trilero que nos embauca con sus historias), porque en cierto modo me estaba contando algo muy parecido aprovechando otra historia personal, en este caso el duelo de su madre y las fotografías de ella que guardaba en su memoria.

Seguiré buceando en la obra de Annie Ernaux e intentaré sacarle más jugo a sus novelas, pero volviendo al principio, sin entrar en comparativas, ¿no se merecía más el premio nuestro admirado Javier Marías?, quizás si, pero pienso en los nuevos lectores que le descubran, de su disfrute y entonces recuerdo en La (des)vergüenza de los académicos de los nobel, y pienso ¡que les den...!

                                                                                                                  José Manuel Cachinero