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viernes, 25 de octubre de 2024

CRÓNICA DE "CARCOMA" POR ROSA MUÑOZ

 La primera novela de Layla Martínez no solo es candidata al  National Book Award sino que también ha sido unánimemente reconocida en nuestra tertulia como una obra fresca y valiente con poderosísimas imágenes y un ritmo frenético perfecto.

 Encuadrada en el género de terror, más bien fantástico, tétrico o gótico, se vincula tanto con la tradición del llamado realismo mágico de Juan Rulfo en Pedro Páramo como con las novelas de Stephen King y Mariana Enríquez y con películas como La forma del agua de Guillermo del Toro.

 El papel protagonista de la casa como metáfora de una tradición familiar que es la de la propia autora atraviesa la guerra civil y la posguerra en Gascueña, un pequeño pueblo de Cuenca. Personajes claves como el bisabuelo proxeneta y la abuela, que con la nieta es una de las dos narradoras de la historia, son reconocidos por Layla Martínez como reales. La historia familiar pasa por cuatro mujeres sin nombre: bisabuela, abuela, madre y nieta, que se transmiten el odio y la rabia contra sí mismas: “Por eso muchas madres odian en secreto a sus hijos y por eso aquí en esta casa nos hemos envenenado tanto unas con otras, porque odiamos lo que nos recuerda a nosotras.”
 Un odio que tiene su origen en el abuelo proxeneta y la maldición que transmitió al construir esta casa familiar apartada del pueblo condenándolas a vivir entre sus paredes. Un odio que se alía para hacer frente común contra el resto del pueblo mezquino y morboso y sobre todo contra la familia más poderosa, los Jarabo. Porque en palabras de la abuela “es mejor que te tengan miedo que pena”. 

 Dos hombres y un niño quedarán emparedados tras el armario de la casa porque la venganza es la única puerta que dejan abierta el odio y la rabia de los débiles más allá de los lapos en la sopa de los señores o las maldiciones en forma de atadillo. La dominación de clase es férreamente determinista y más en un lugar como Gascueña donde el paso del tiempo y los cambios políticos no modifican las estructuras de poder ni permiten puntos de fuga para el rencor y el odio que se perpetúan y acumulan en la memoria de cada familia.

  Son protagonistas secundarios pero imprescindibles del relato los ángeles con forma de gigantescos insectos, los santos gore y los muertos que se esconden debajo de la cama y se agarran desesperadamente a los tobillos. Porque en aquella casa no sólo habitan los fantasmas de la familia sino los de todo el pueblo, desde las víctimas paupérrimas de los derrumbamientos de las cuevas en las que se habían asentado como último refugio a los asesinados en la guerra civil. Es la abuela la que tiene el
poder de convocarlos a todos y por eso es admirada por el resto del pueblo que solicita su ayuda a escondidas para entrar en comunicación con los que faltan. Y ella les ayuda y consuela porque esta mujer, a la se le aparecen los santos para envidia de su madre, carece de la total mezquindad de esta, la bisabuela, y por eso intentará inútilmente abrir un camino más allá del pueblo y de la casa a su hija, la madre, aunque al final no podrá resistirse a involucrar a su nieta en la venganza.

 La autora evita presentar a estas cuatro mujeres como víctimas e insiste en todo los que las permite aparecer con cierto poder: el emparedamiento del marido proxeneta, la comunicación con el más allá, la belleza seductora de la madre adolescente, la mirada ácida y clarividente de la nieta. Para contar su historia de terror no recurre a la compasión ni la empatía sino al escalofrío descarnado y la aceptación
de su crueldad.
 Se señalaron puntos en común con Los santos inocentes de Miguel Delibes sobre todo en la representación de la dominación de clase tan enraizada en la España rural. También se hizo hincapié en la valentía de la autora al tratar temas tan delicados de su propia biografía y, sobre todo, se expresó varias veces admiración por la agilidad y vivacidad de su lenguaje.

 En resumen podemos decir que quedamos rendidos ante su habilidad para hacer convivir los fenómenos “poltergeist” con la crudeza de su historia familiar: “Eso es la familia, un sitio donde te dan techo y comida a cambio de estar atrapada con un puñaíco de vivos y otro de muertos. Todas las familias tienen a sus muertos debajo de las camas, es solo que nosotras vemos a los nuestros.”

martes, 8 de octubre de 2024

"Carcoma" de Layla Martínez

 Todas las casas guardan la historia de quienes las han habitado. Las paredes de esta casa perdida en el páramo hablan de voces que surgen de debajo de las camas, de santas que se aparecen en el techo de la cocina, de desapariciones que nunca se resuelven. Los vecinos reniegan de sus dos habitantes a la luz del día, pero todos acuden a ellas cuando nadie los ve. La abuela se pasa los días hablando con las sombras que viven tras las paredes y dentro de los armarios. La nieta vuelve a la casa tras un incidente con la familia más rica del pueblo. Ahora, desenredando la historia de la casa, se han empezado a dar cuenta de que las sombras que la habitan estuvieron siempre de su lado.








TÍTULO: CARCOMA

AUTORA: LAYLA MARTÍNEZ

EDITORIAL: AMOR DE MADRE EDITORAS

Nº PÁGINAS: 134









lunes, 7 de octubre de 2024

CRÓNICA DE "HAMNET" POR ROSA HONTORIA

 

Hamnet, escrita por Maggie O’Farrell y publicada en el año 2020, nos sitúa en Stratford (Inglaterra) a finales del siglo XVI. 
La novela está basada en la vida de William Shakespeare y el dolor que supuso para él la muerte de su hijo Hamnet. Cuatro años después de su muerte, Shakespeare escribió la obra de teatro titulada Hamlet. Aunque no hay certeza absoluta, la mayoría de expertos creen que la muerte de su hijo influyó de manera notable en su decisión de escribir Hamlet, tragedia que trata de la pérdida y el duelo.
En la tertulia hemos tenido distintas opiniones respecto a la novela. No nos ha encantado a todos, aunque sí ha sido unánime la idea de que está bien escrita. También hemos tenido voces discordantes a la hora de catalogar a la novela como histórica; aunque se basa en un acontecimiento histórico, como es la vida de William Shakespeare, también hay bastante de ficción, por ejemplo, las relaciones familiares entre los distintos personajes. Se sabe que no hay mucha información sobre ellas, y que, por lo tanto, han tenido que ser en gran parte inventadas por O’Farrell.
El personaje principal de la novela es Agnes y no William. El resumen, a grandes rasgos, podría ser este: Agnes es una joven muy peculiar, fuerte, con conocimientos sobre las propiedades de las hierbas silvestres, con una fuerte conexión con la naturaleza y a la que le gusta vivir a su aire. Su madre biológica, a la que estaba muy unida, y su padre, están muertos. Vive en la finca que era de su padre, con su madrastra que no la quiere, y con los hijos de esta. En otra casa, pero en la misma finca, vive su hermano Bartholomew. Es aquí donde conoce a William, profesor de latín que va a la finca a enseñar a los hermanastros de Agnes. 
Agnes se queda embarazada, se casan, y se van a vivir a una casa contigua a la de los padres de William. La relación de William con ellos es bastante mala, en especial con su padre cuya mezquindad choca con la especial sensibilidad de William. Agnes, para ayudar a su marido, y que este pueda salir del entorno de sus padres, consigue que el suegro lo envíe a Londres para ampliar el negocio de la producción de guantes, que es de lo que vive la familia. Desde ese momento William vivirá en Londres, posteriormente ya como dramaturgo, y vendrá a visitar a su familia de vez en cuando a Stratford. El matrimonio tendrá tres hijos. 
El único hijo varón, Hamnet, muere cuando tiene tan solo once años, después de que Judith, su hermana gemela, y él mismo, enfermaran de peste y esta consiguiera salvarse. William está en Londres, pero le da tiempo a llegar para el entierro. La muerte de Hamnet sume a toda la familia en una tristeza insoportable y pone a prueba la fortaleza del matrimonio. 
William siente la necesidad de volver de nuevo a Londres, donde estrena la obra de teatro a la que ha titulado Hamlet. Agnes, al enterarse de que va a tener lugar el estreno, viaja a Londres junto con su hermano Bartholomew para recriminarle a William que haya escrito una obra sobre su hijo muerto. Pero una vez allí, viendo la representación, comprende los motivos que le han llevado a escribir dicha obra teatral.

La estructura de la novela no es lineal, existen dos líneas temporales bien construidas: el pasado y el presente. Ambas líneas temporales se van entrelazando y van dando forma a la trama. 
Como escenas importantes, señalamos en la tertulia dos: “La escena de la manzana en el establo”, que es el inicio de la relación romántica de Agnes y William. Y la de “Hamnet y la muerte” en la que Hamnet consigue engañar a la muerte para que se lo lleve a él en vez de a su hermana también enferma de peste.  
En cuanto a los personajes, todos forman parte o bien de la familia de William o de la de Agnes. Los principales serían: Agnes (Anne Hathaway, esposa de Shakespeare), William Shakespeare (aunque nunca se le menciona de forma explícita en la novela) y Hamnet Shakespeare (hijo de ambos). En cuanto a los secundarios, podemos destacar: Judith y Susanna Shakespeare (las otras dos hijas del matrimonio), John Shakespeare y Mary (padres de Shakespeare), Bartholomew (hermano de Agnes) y Joan (madrastra de Agnes). 
En la tertulia hemos destacado, dentro de los secundarios, a John, el padre de Shakespeare, de manera negativa por su crueldad y por el control que ejerce sobre toda la familia. Y de manera positiva a Bartholomew, el hermano de Agnes, que siempre actúa como su protector.
El final, es quizás lo que nos ha parecido más flojo de la novela. 
En cualquier caso, es una novela bien escrita, con unos personajes bien caracterizados y una trama con profundidad y sensibilidad que muestra como pudo vivir William Shakespeare la muerte de su hijo Hamnet. También describe con acierto como era la vida y la sociedad en el campo (Stratford) y en la ciudad (Londres) en la Inglaterra de finales del siglo XVI.

07-10-2024
Rosa María Hontoria Rebollo